Bebidas contaminadas por un rumor

Recientemente se desmintió de manera oficial el audio viral en el que, vía WhatsApp, un sujeto difamaba el buen nombre y la sanidad de la bebida Pony Malta. Pero a pesar de la pronunciación de la empresa, quedaron muchos sinsabores al respecto.

Foto bajada de la página oficical de Bavaria S.A.

Hace unos días recibí una llamada inusual de una tía que casi nunca se comunica conmigo, a no ser de que quiera dar malas noticias. ¡Y preciso! Me llamaba justamente para advertirme de una situación que comenzaba a circular por las redes, especialmente por WhatsApp, de la cual ella había sido víctima (sin saberlo).

“Sobrina, ¿has tomado Pony Malta por estos días?”, me preguntó muy angustiada. Le dije que no, pues tengo entendido que tomar en exceso esta bebida puede ocasionar manchas en la piel. Luego me salió con el cuento más inesperado: “es que imaginate que un operario de esa empresa se ahogó en uno de los tanques donde hacen la Pony Malta y lleva más de dos meses ahí muerto, por donde sale el líquido”.

Un ataque de risa inesperado me dio al instante. Creía que era una evidente broma suya –aunque no suele ser bromista-. Pero después noté, por su actitud seria y realmente preocupada, que al menos a ella le habían hecho la broma y se la había creído.

Traté de tranquilizarla diciéndole que eso no podía ser posible, pues Bavaria es una compañía respetable que garantiza la calidad de sus productos y además, en caso de que fuera cierto, ya habría aparecido en las noticias nacionales el reporte de ese hecho. Después, sin darle importancia al asunto, continué con mis actividades.

Al día siguiente vi en la caneca de la basura de mi casa varias latas de Pony Malta que anteriormente estaban en la nevera. Al rato mi mamá me llamó dándome la misma advertencia y unas primas también.

Me alcancé a alarmar un poco y, sin consultar antes en internet, decidí ir a la tienda más cercana y pedir que me vendieran una Pony Malta para ver qué me diría el tendero. Para mi sorpresa también él creía en dicho rumor: “no estoy vendiendo ese producto porque está contaminado. Estoy esperando al proveedor para hacerle devolución”, me dijo.

¿Pero qué le pasa a la gente de hoy en día que se deja asediar por cualquier información que le dan? ¿Cómo caen tan fácil en una red de mentiras si tienen todos los medios para verificar el asunto? El problema no son las bebidas supuestamente contaminadas, el gran problema son los rumores que contamina a los desinformados.

Si bien estamos en la generación del consumo, de la globalización, de la inmediatez y de la digitalización, a veces pienso que esto solo nos sirve para vernos más ingenuos, por no decir estúpidos.

Esta situación no es para nada nueva, pues mensajes de este tipo han atentado con la sanidad y reputación de muchas empresas en repetidas ocasiones. De acuerdo con Publimetro.com, “nueve de cada 10 compañías han sido afectadas por las habladurías y en promedio han reducido el 30% de su productividad”, lo cual no solo perjudica a los empresarios, sino también –y más aun- a miles de empleados y sus familias.

Por tanto, debemos entender que la tecnología y la mediatización son armas de doble filo para quien las use, pues nos permiten “coger” el mundo con las manos o ser absorbidos por él.

En últimas, este tipo de chismorreo virtual, que ya es una modalidad en las redes sociales populares, puede llegar a ser tan peligroso como un atentado terrorista, con la diferencia de que el primero ocasiona un daño mayor, ya que trasciende las fronteras físicas y temporales.

¡Informarse bien no es una moda, es una necesidad!